Estoy delante del espejo. Me miro, el reflejo de alguien. Sí, supuestamente soy yo. Me encuentro en una habitación. La luz es tenue y difusa, lejana. Viene de detrás de la pared.
Estoy desnuda pero en el espejo no se me ve más que el rostro y el cuello. Después, la imagen cesa, cercana a mi pecho. Entonces me veo. "Ésa soy yo", digo extasiada al descubrirme. Y lo repito de nuevo para reafirmar la sorpresa inesperada, "ésa soy yo".
Ahora el espejo y yo somos uno. Aparecen formas que jamás antes había visto, estoy de frente. Inclino levemente la cabeza hacia la izquierda y la "realidad" deja paso a visiones que inventan líneas agradables. Me gusta. "¿Ésta soy yo?", pregunto ahora, con aire desenfadado y tímido a la vez.
Se enciende una vela y el aire zarandea la nada, ese mundo gris entre luces y sombras. Contenta, decido detener mi aventura y tomo lugar en algo que se reinventa con la llegada del día siguiente. Pero hoy no me tumbo, no. Hoy caeré a la oscuridad en posición de libre pensadora. Recrearé, consciente la magia.
Y el viento apaga la llama.
Me chifla
Hace 5 años
Llego la calma ya?
ResponderEliminarPorque a mi no :(
Stay Hard!
xikilla, estás creando un nuevo género poético que acabo de bautizar como "poesía del ya".
ResponderEliminarMe recuerda a unos poemas q escribí hace algún tiempecillo.
Sigue escribiendo, Dess!!